Se arregló mi relación
La relación
cada día iba a peor, después de 12 años de matrimonio parecía que todo era nada
y que inexplicablemente mi esposo había dejado de quererme.
En medio de
mi angustia llamé a una amiga. Me recomendó que enviara un mensaje privado a la
administradora de este blog.
Nunca pensé
que una persona que jamás había visto, iba a ser capaz de entender mi
situación. Me respondió enseguida y después de tirarme las cartas, me
tranquilizó con sus dulces palabras y me aconsejó respecto a mi relación.
No sé si fue
magia o pasión por su trabajo, pero todo lo que me dijo que iba ocurrir después
de hacer lo indicado, ocurrió.
Han pasado
dos años desde entonces, y como por obra y gracia del Espíritu Santo, todos los
problemas que tenía con mi pareja se acabaron.
Estoy muy
agradecida a esta señora, su altruismo y dedicación en lo que hace debería ser
tomado como ejemplo.
BENDICIONES
MUCHAS ARUALY!!!
Creo en Dios
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Aquella
noche estaba desesperada, mi hermana no volvía a casa. Eran ya las doce de la
noche y la angustia comenzó a oprimirme el corazón.
Las chicas
jóvenes en México, son una golosina para los violadores; quise salir a buscarla
pero mi madre me lo impidió.
- Hijita, no
te vayas…- me decía -Si le ha pasado algo malo a tu hermana, y tú vas a
buscarla puedes correr la misma suerte.-
Veía la
angustia reflejada en los ojos de mi madre, agarré mi crucifijo y empecé a
rezar. Tres Padre Nuestro bastaron…
Sentimos crujir
la puerta y allí estaba mi hermana.
¿Cómo no voy
a creer en Dios?
Dios es todo
poderoso y creemos en Él y a Él le pedimos cada día por nuestros seres queridos.
Nuestro colaborador nos explicó:
La Religión Yoruba la empecé a practicar hace unos tres años. Recuerdo que mi madre enfermó y los médicos me dieron un ultimátum. Su hígado cada vez iba a peor y el pronóstico era deplorable.
Un amigo, al ver que me encontraba deprimido por lo que estaba pasando, me dijo:
- ¿Por qué no vas a ver un Sacerdote de Ifá para que te ayude y haga que la salud de tu madre mejore?
La verdad es que me quedé un poco sorprendido con lo que me decía, ese tipo de Sacerdote no lo había oído mentar nunca. Y no se me ocurrió otra cosa que decirle, pues si conoces alguno tráelo, y si puede hacer algo por “maíta”, le estaré eternamente agradecido.
En efecto a los dos días mi amigo se apareció a la visita del Hospital con aquel hombre vestido de blanco de los pies a la cabeza, con una banda cruzada en el pecho en forma de collar, y una pulsera de piedras de muchos colores. Todo él tenía un aspecto serio y profundo, que me impresionó con solo mirarlo, pero en sus ojos reflejaba una bondad indescriptible.
Se acercó a mi madre, le tomó la mano y le acarició la frente. Después me dijo, cuando manden a tu madre a casa, llévala conmigo.
No tardó mucho mi madre en salir del Hospital, decidieron que si iba morir lo hiciera en casa, los médicos habían agotado todos sus recursos.
Lo primero que hice al llegar a casa, fue buscar a mi amigo. Le pedí que me llevara donde el Sacerdote que visitó a mi madre. Aquel señor nos recibió en su humilde casa y consultó a “maíta”. Muchas cosas dijo que no entendí, mientras trabajaba con el Tablero de Orula, que es una de las herramientas que utiliza para consultar, junto con los ikines, el ekuele y el irofá.
Al final, decidió que era oportuno hacer una Rogación de Cabeza, un Adimú y un Cambio de vida; en ese momento me quedé sorprendido. Pero como lo único que quería era salvar a mi madre le dije que sí, sin consultar nada más.
Se hizo todo lo indicado y me reservo el explicarles las ceremonias, el caso es que han pasado tres años y ahí está mi madre, vivita y coleando, hasta los médicos están asombrados con lo bien que se encuentra. Desde entonces no existe otra Religión para mí que la Yoruba, la practico y mi padrino es este buen señor que sanó a mi “maíta”. No trataré nunca de inculcársela a nadie, pero llevo con orgullo todas mis prendas.
Gracias por permitirme en este blog, contar mi experiencia.
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Salud y bienestar